Innovación pública y ciencias del comportamiento, una dupla necesaria para abordar los retos de ciudad

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Innovación pública y ciencias del comportamiento, una dupla necesaria para abordar los retos de ciudad 

  • Expertos conversaron sobre la importancia de las ciencias del comportamiento en la ejecución de los proyectos en las entidades públicas.  
  • Las ciencias del comportamiento son determinantes para llevar a cabo un proceso de innovación.   
  • Experimental es un espacio diseñado por el Laboratorio de Innovación Pública de Bogotá (iBO), la Alta Consejería Distrital de TIC, la Fundación Corona, AreAndina y la ESAP.  

"Las ciencias del comportamiento son un campo de estudio y acción que vienen desarrollándose desde hace años, incluyen a la antropología, economía, neurociencias y otras disciplinas; buscan entender cuáles son los factores que atraviesan la toma de decisiones, acciones y comportamientos. Si entendemos esas motivaciones vamos a tener mayores beneficios sociales en esas apuestas de innovación pública y social", con esta frase inició Tatiana Forero, líder de estrategia de participación ciudadana de la Fundación Corona, su participación en la novena jornada de Experimental.  

Este es un espacio virtual en que se abordan temas sobre innovación pública y social, transformación digital del Estado, emprendimiento, Govtech y la generación de valor público. En esta oportunidad, el tema central fue innovación pública y ciencias del comportamiento.  

Durante la sesión se compartieron motivaciones personales y casos en los que se puso en práctica las ciencias del comportamiento para generar valor público. Al respecto, Alejandra Fierro, integrante del laboratorio de innovación de la Secretaría Distrital de Gobierno (GoLab), retomó un proyecto con la Procuraduría para favorecer la apropiación del código de integridad en los funcionarios, la toma de decisiones y el cambio en la autopercepción frente al riesgo ético.  

Como complemento, Paulius Yamin, director ejecutivo del centro de normas sociales y dinámicas comportamentales de University of Pennsylvania, señaló que las "normas sociales se entienden como las expectativas sobre lo que yo creo que los demás hacen o consideran que deberían hacer en ciertas situaciones y para ciertos grupos. Son motivaciones de los comportamientos colectivos y una forma importante en la que se refuerzan, reproducen y se mantienen ciertas prácticas y comportamientos que no necesariamente son buenos para la convivencia y para el desarrollo de los grupos". 

Yamin, al respecto, retomó un caso de éxito en Quibdó, en el que se invitaban a estudiantes de universidades a explorar problemas colectivos que ellos veían en su vida cotidiana, incorporando diferentes teorías y métodos para diseñar intervenciones o acciones colectivas. También, un caso con la Veeduría Distrital de Bogotá, en el que se muestra que un grupo de personas puede sentarse a pensar, hablar, reflexionar y luego, actuar juntos para cambiar cosas de las que nos quejamos, pero no siempre hacemos algo para tratar de cambiarlas.

Por su parte, OI Beun, asesor del Behavioural Insights Team, explicó cómo desde su entidad se acompaña a diferentes organizaciones de los sectores público y privado y sociedad civil a diseñar mejores servicios, políticas públicas y cómo nos comportamos las personas. Retomó un caso de problemas en la ruta de alimentación escolar, en 2016, en el que a través de investigación cuantitativa y cualitativa se buscaba analizar patrones comportamentales. Se realizaron intervenciones para que madres y padres ayudaran a monitorear la alimentación de sus hijos y auditoría imparcial en las instituciones educativas.  

Sheila Burkhardt, estratega global de Engagement Digital en Airbel ImpactLab de International Rescue Committee, indicó: Hemos estado trabajando en el diseño e implementación de un chatbot, usamos inteligencia artificial para acercar experiencias de aprendizae y entrenamiento a personas en contextos donde se requiere atención humanitaria y comunidades receptoras en Colombia, Nigeria y en Jordania. 

Mientras tanto, Henry Murrain, subsecretario distrital de Cultura Ciudadana de Bogotá, habló sobre un proyecto para entender causas de violencia intrafamiliar: Durante el 2018, en Barrancabermeja, el 55% de las mujeres fueron violentadas por celos; 2020, en Bogotá se repitió la misma situación. Por esta razón, se buscó entender que detrás de muchos comportamientos hay emociones relacionadas. Esto, nos permitió trabajar en una estrategia para entender esa relación causal y se crearon la Líneas de atención de celos y Línea calma, para apoyar a personas en estos momentos y posteriormente, evidenciar resultados positivos en la reducción de la tasa de violencia intrafamiliar. 

Al final de la sesión, los invitados hablaron sobre la importancia de abordar las ciencias del comportamiento desde un enfoque multidisciplinar que se traduzcan en mayor beneficio social, medir el trabajo con la ciudadanía y los resultados obtenidos. 

Reviva o repase aquí la sesión: https://cutt.ly/RVOWOeA