La cultura de la innovación se toma a Bogotá y sus organizaciones
- En una nueva sesión de Experimental se habló sobre las aproximaciones en torno a la cultura de innovación en entidades públicas y privadas.
- Los invitados compartieron opiniones sobre la importancia de innovar pensando en el bienestar de la ciudadanía, retomando aprendizajes y lecciones en el sector.
- Experimental es un espacio creado por el Laboratorio de Innovación Pública de Bogotá (iBO), la Alta Consejería TIC, la Universidad Areandina y la Esap.
Cultura de innovación fue la temática principal de la séptima sesión de Experimental, un espacio diseñado para abordar temas sobre innovación pública y social, transformación digital del Estado, emprendimiento, datos, Govtech y la generación de valor público.
La jornada inició abordando la pregunta: ¿por qué es importante hablar sobre la cultura de innovación en las organizaciones? Al respecto, Juan Felipe López, socio y director de transformación y desarrollo de Unit, exdirector ejecutivo del Laboratorio de Chile y codirector de States of change, explicó que “la cultura de innovación busca generar procesos de innovación a partir de la colaboración con quienes forman parte o están fuera de la organización para generar valor público y así, mantener actualizada su razón de ser; diseñar el cambio y la transformación que las organizaciones quieren hacer; entender procesar y digerir una propuesta atractiva para el usuario”.
“Una cultura innovadora es un requisito para sobrevivir y surfear la ola de la competitividad; es una forma de entender, procesar, digerir y generar propuestas atractivas para los usuarios”, precisó López.
Al respecto, Mónica Páramo, directora de innovación y experiencia de Katharsis, señaló que hoy “la innovación no es una opción; incorporándola en su ADN, las organizaciones podrán mejor a sus clientes y ajustar propuestas que se adapten a los usuarios”.
En el caso del sector público, “la principal barrera de una cultura innovadora es hacer las cosas de manera lineal con información que no siempre resulta clara para las audiencias; necesitamos más colaboración y empatía por el otro. Como sabemos, en la práctica, la innovación requiere iteración, experimentación con narrativas y lenguajes claros”, señaló Angélica Villalba, líder del equipo de innovación del Departamento Nacional de Planeación (DNP).
Villalba retomó una frase que se emplea con recurrencia en la organización a la que pertenece: “Aplicando la receta demostramos que las cosas sí se pueden hacer; si trabajamos con innovación podemos evidenciar que tenemos un mayor impacto, gestión en más proyectos, que sí funciona”.
Por su parte, Oscar Almanza, asesor del Departamento Administrativo del Servicio Civil Distrital, habló sobre la importancia y la necesidad de consolidar grupos aislados que vivan la innovación y que permeen a toda la organización; equipos que conquisten líderes y tengan pequeños logros que generen grandes resultados.
Al respecto, Aura Cifuentes, líder del Ecosistema Estratégico de Ágata, señaló que algunas de las herramientas para hacer que esta cultura de la innovación sea sostenible es combinar lo mejor de dos mundos: por un lado, incorporar conceptos como rebelde, hacker, disruptivo y conquistador; y por el otro, burócrata, gestor de proyectos, metas e indicadores.
Al final de la jornada, los invitados presentaron casos de éxito, anécdotas, fracasos y procesos para tener en cuenta a la hora de favorecer una cultura de innovación en las organizaciones.
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